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sábado, 31 de agosto de 2013

El Capitán Trueno

          Hace apenas un par de días, concretamente, el 29 de agosto, celebrábmos los primeros 100 años del nacimiento del padres de unos de los héroes con que crecimos muchas de las generaciones de la postguerra españosl, el presonaje era, El Capitán Trueno, y quien dibujaba sus cara, sus gestos, sus movimientos y sus aventuras, Miguel Ambrosio Zaragoza, Ambrós.

Ambrós
          Miguel Ambrosio Zaragoza (Albuixech, Valencia, 29 de agosto de 1913 - 30 de septiembre de 1992), conocido como Ambrós, fue un destacado dibujante del tebeo clásico español, célebre sobre todo por la serie de aventuras El Capitán Trueno.

Primeros trabajos 


            A instancias de sus padres, estudió Magisterio, llegando a ejercer la docencia hasta el final de la guerra civil española. Entonces, por razones políticas, prefirió abandonarla y ayudar a sus padres en los trabajos del campo.
        En 1946 se presentó ante Juan Puerto, fundador de Editorial Valenciana, con un tebeo de El Guerrero del Antifaz realizado por él, lo que le valió la posibilidad de realizar algunas historietas humorísticas para la editorial.
 
    Ese mismo año se trasladó a Barcelona, donde comenzó a realizar algunos trabajos para pequeñas editoriales, como los cuadernos de aventuras Dos yanquis en África, para Bergis Mundial, o algunas páginas para el semanario Chispa.
    Su primer trabajo importante, sin embargo, consistió en dibujar la serie El Caballero Fantasma, del guionista Federico Amorós. El personaje estaba inspirado en El Zorro y lo publicaba la editorial Grafidea. En 1951 se dejó de editar la serie, de la que llegaron a publicarse 146 números, pero Ambrós continuó dibujando una nueva serie de aventuras, Chispita, cuyo protagonista era el hijo del Jinete Fantasma.



El éxito de El Capitán Trueno (1956-60)
          Gracias a las buenas ventas de El Jinete Fantasma, Ambrós pudo buscar donde le pagarán más y se marchó a Bruguera, para la que empezó ilustrando el suplemento de aventuras de Pulgarcito con la serie La nave del tiempo, de la que se publicaron 10 cuadernos. También trabajó como ilustrador de algunos libros de Bruguera, como Los tres mosqueteros.




          En 1956 Ambrós recibió el encargo de crear la imagen de El Capitán Trueno a partir de la sinopsis de Víctor Mora. Desde junio de ese año dibujó al personaje, tanto en el cuadernillo de aventuras quincenal como en sus apariciones en la revista Pulgarcito. A partir del nº 22 el cuadernillo, a causa del éxito de la serie, pasó a tener periodicidad semanal, lo que imponía a Ambrós un ritmo de trabajo frenético. Hasta el número 35 Ambrós ilustró la serie en solitario, pero en el siguiente contó con la ayuda de un entintador, Beaumont, quien colaboró en los números 36, 38-45, 47-168 y 173-175.      
        En las páginas de Pulgarcito El Capitán Trueno se publicaba en las páginas centrales, junto a otras series de aventuras, como El inspector Dan de la patrulla volante, de Eugenio Giner o El capitán Vendaval, de Tony Bernal.



                  El Capitán Trueno consiguió un éxito sin parangón en la historia de la historieta española, alcanzando una tirada de 350.000 ejemplares por episodio. Sin embargo, este éxito tenía escasa repercusión económica en su dibujante, quien, harto de las imposiciones de la editorial, decidió abandonar la serie tras el número 175.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque parecía más una historia escrita para niños que para niñas, yo, de pequeña, lo leía con pasión. Quizá veía en él un gran héroe.
Mª Ángeles.

Cristina Davó Rubí dijo...

Entrañable Capitán Trueno. Un superhéroe de los de antes.