DUEÑOS
DEL SUBCONSCIENTE
Antonio Viúdez Berbel- 4º E.S.O.-C
Verdad universal es que
tú, yo y todo el mundo vemos la televisión; unos más que otros, pero al fin y
al cabo, nadie se salva.
Y es que el ser humano
tiene una debilidad enorme (más de una, pero bueno), que es la intolerancia al
aburrimiento, la incapacidad para no hacer nada.
Esto no se volvería en
nuestra contra de no ser porque siempre elegimos como alternativa a la monotonía, ciertas
actividades poco productivas: un ejemplo,
el ya mencionado observar a la “caja tonta”.
No hay nada como dejarse
caer en el sofá y encender el rectángulo luminoso que todo lo puede. Por poder,
es capaz desde manipular nuestras acciones hasta crear necesidades
anteriormente inexistentes en nosotros, los espectadores.
Paranoia y conspiración
aparte, la tele es una forma infalible y sublimizar de ordenar la sociedad, privándola, aunque
parezca paradójico, del conocimiento, ofreciendo a cambio infinidad de ideas cuya principal meta
es inducir al consumismo.
Porque somos ovejas y
hemos de hacer lo mismo que el resto del rebaño, gracias a lo cual el infinito círculo consumista
nunca cesa de girar.
Si vemos comida, nos
entra hambre, y tras comer nos tomamos las pastillitas de adelgazar que tanto
anuncian. La relación es obvia, y no importa lo que veamos, pues el mensaje
será el mismo.
De la influencia
mediática no escapa nadie, sin duda, pero al menos, seamos conscientes de que
somos dueños de nuestra conciencia.
2 comentarios:
Antonio, aunque no te guste,ahí la tienes publicada.
Mª Ángeles.
Me parece magnífica tu reflexión, Antonio. Estoy segura de que tú dedicas parte de tu tiempo a otras ocupaciones además de estar embobado ante esa caja... que más que tonta, nos hace tontos a nosotros.
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