En ocasiones, en muchas, nuestros seguidores, que son curiosos e inquietos lectores, recomiendan que leamos uno de esos libros que ellos, particularemente, le han llamdo la atención, y entonces, desde aquí, desde este blog, los ivitamos a que nos persente su propuesta, hoy inaugramos esta sección, con un excelente comentario sobre una novela universal.
El guardián ente el centeno
Un libro que
recomienda, Antonio Viudez Berbel
“Los
libros que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas
que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando
quisieras”.
El sueño de más de 65 millones de
lectores habría sido tener la oportunidad de preguntar a J.D. Salinger, autor
de una de las novelas más célebres e influyentes de la Historia, acerca de
diversas cuestiones relacionadas con su mediática y a la vez misteriosa obra.
La de arriba es
una de las citas con las que Holden Caulfíeld, el joven protagonista de
"El guardián entre el centeno" muestra su lado más sensato y cuerdo,
el cuál asoma de vez en cuando por entre las grietas de una mente carcomida por
su propia naturaleza.
Desde el comienzo, el propio
protagonista nos narra en primera persona los “acontecimientos” que le
ocurrieron durante la semana antes de Navidad. Acontecimientos entre comillas,
pues en realidad no ocurre nada trascendental en todo el libro. Este sigue un
desarrollo lineal y sin apenas interferencias, aparente simplicidad que esconde
la verdadera genialidad de la obra, el significado que yace casi oculto entre
sus páginas.
La peculiar
personalidad y la forma de actuar de Holden muestran a un chico cuya
inestabilidad va aumentando a medida que avanzamos la lectura. Quejica hasta el
extremo de resultar exasperante, sus palabras desprenden un sentimiento de
inconformismo constante; nada le parece bien, de hecho, es sumamente
contradictorio. Opositor de la sociedad, aborrece la adultez como ninguna otra
cosa. Critica la falsedad y el convencionalismo de las relaciones humanas,
alegando a la niñez como la única etapa feliz y verdadera de la vida; de ahí su
mayor obsesión, conservar inalterable el recuerdo de su hermano pequeño, quién
murió años atrás y al que menciona constantemente. No obstante, él fuma y bebe
igual que un adulto, esforzándose por exhibir una apariencia madura. Esta
oposición a sus propios valores refleja una incoherencia en sus actos, quizás
porque se considera sucio a sí mismo.
En definitiva, la novela constituye en sí
una potente y directa crítica a la sociedad actual, representada por un chico
cuya cordura se ve afectada por la imposibilidad de adaptación a su entorno,
hostil y corrompido, sí, pero del que él mismo forma parte aunque se niegue a
aceptarlo.
Y es que todo el
que la lea se sentirá ligeramente identificado con Holden. Porque todos
llevamos dentro la rebeldía y la intolerancia a la injusticia, con la
diferencia de que la mayoría hemos acabado sucumbiendo al peso de la sociedad,
por desgracia.
© La caricatura es del mexicano, Waldo Matus.
4 comentarios:
Cuando leí éste libro reconozco que me produjo un gran desasosiego y una extraña sensación. Pero no puedo decir que es de los mejores libros que he leído, ni entiendo el éxito que a nivel mundial tiene. Es fácil de leer, corto, algo lineal y hasta cierto punto entretenido. Además, y sobre todo, tiene un muy buen título, de esos que llaman la atención.
Pero nada más.
Un libro que sigue siendo imprescindible por lo mucho que tiene que decir acerca del ser humano y de cómo la sociedad se torna responsable de la inmadurez física y emocional de este.
Bien por Antonio, no todos los libros le gustan, pero el que le llega, le llega de verdad.
Mª Ángeles.
Parece un libro muy interesante.Había oído hablar de él pero no conocía su temática, una buena sugerencia.
Gloria Vilar
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