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sábado, 22 de febrero de 2014

Antonio Machado: 75 años después



          Hoy sábado, en el marco de nuestra Muestra Cultural y la semana próxima, el 28 de Feberro queremos recordar a Antonio Machado, poeta grande de la España libre, que murió lejos de la tierra que lo vio nacer: Andalucía.

        Antonio Machado Ruiz (Sevilla, 26 de julio de 1875 – Colliure, 22 de febrero de 1939)

        En la habitación que ocupó Machado había un pequeño balcón con vistas al pueblo y dos pequeñas y modestas camas. En una de ellas, la más alejada de la puerta, murió Machado, cuyo cuerpo fue sacado por encima de la otra cama, en la que se encontraba su madre. "Merci, madame" y "Adiós, madre" fueron sus últimas palabras, las primeras en referencia a la señora Quintana, que regentaba un hotelito en el pequeño Colliure (Francia), y les dio alojamiento consciente de que sería muy difícil que aquellos dos hombres mayores que cuidaban de una anciana y que huían de un país devastado pudieran pagarle algún día. 



          A las cuatro de la tarde del día 22 de febrero, Antonio Machado murió de una neumonía. Su madre lo acompañó sólo tres días después. Cuando José metió su mano en el bolsillo de la chaqueta de su hermano encontró dos papeles arrugados. En uno de ellos el poeta recordaba a Guiomar. En el otro dejó escrito un verso "enigmático y solitario":

                   Estos días azules y este sol de la infancia.

       75 años después de su muerte, la poesía de Antonio Machado sigue vigente gracias a que posee la profundidad de lo sencillo, que en el arte lírico es lo más difícil de conseguir, algo que supera las modas y el tiempo. Machado fue un maestro del simbolismo y después fue quien mejor supo poner en duda el sujeto simbolista. La adecuación del lenguaje a la música del pensamiento y a la naturalidad de la reflexión íntima del poeta sevillano son una aportación imprescindible para entender la poesía contemporánea.



          La tumba de Antonio Machado permanece en Colliure, a la entrada de su pequeño cementerio, en un nicho que cedió la señora Quintana, sobrecogida por el triste destino de aquella familia. Con el paso del tiempo se ha convertido en un lugar de peregrinación. A ella acuden cada año miles de republicanos que recuerdan el dolor de la guerra española.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Poema a la muerte"
"Una noche de verano
estaba abierto el balcón..."
Uno de mis favoritos.
Mª Ángeles.

Cristina Davó Rubí dijo...

Seguimos estudiándolo en las aulas y disfrutando de sus bellos versos. A mí me gustan especialmente sus proverbios y cantares.