Nuestros sentidos perciben los cambios del medio ambiente que nos rodea, e informan a nuestro cerebro de dichos cambios. El cerebro interpreta esa información, y normalmente parece hacerlo bien. Sin embargo, a veces se confunde, a veces se equivoca, a veces no interpreta bien, a veces nos hace ver lo que no existe. Y se produce así una ilusión óptica.
Algunos ejemplos:
Las líneas A-B y B-C miden exactamente lo mismo.
Según cómo lo mires, verás a una joven o a una vieja.
Si la miras fijamente, parecerá moverse.
Las líneas son paralelas.
Aparecen puntos grises en las intersecciones.
Formas imposibles.
Lo que nos lleva al siguiente razonamiento:
¿Es la realidad tal y como la percibimos o en realidad es una interpretación de nuestro cerebro?
¡Qué paranoia
3 comentarios:
¡Qué cosas más curiosas! Desde luego hacen cuestionarte la percepción de la realidad.
Mª Ángeles.
¡Qué gracioso! Aunque la imagen gris no me parece que se mueva.
Aída Emilia García Molina 3ºD
Excelente curiosidad. Desde luego, la vista a veces nos engaña. Y eso puede resultar desconcertante...
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