Hoy hace 241 años nacía Walter Scott.
Un 15 de agosto de 1771 nacía en Collage Wybd, Edimburgo, el tercero de los doces hijos de Walter Scout, notario, y Anne Rutheford, hija de un famoso profesor de medicina de la universidad. Al año y medio, una enfermedad casi lo deja paralítico de su pierna derecha; pro consejo de su abuelo, es enviado a una granja para restablecerse. Breve estancia en Londres y Bath, aunque hacia 1777 vuelve a su casa paterna e ingresa en la High School de Edimburgo. Nueve años más tardes, es abogado. A partir de 1796 su interés por la leyendas y baladas de la frontera angloescocesa aumentan e inicia estudios de poesía italiana, francesa y alemana. En 1897 se casa con Margaret Charlotte Charpentier, hija de un monárquico francés refugiado en Inglaterra con motivo de la Revolución Francesa. Un año más tarde se encuentra con Matthew Gregory Lewis, el autor de El Monje.
Sir Walter Scott
A partir de 1805 empieza a publicar poemas románticos, entre los más importantes, La dama del lago (1810), en seis cantos. Un año más tarde comprará Abbotsford on the Tweed, finca a
Finca Abbotsford
En 1814 edita las obras de Swift y publica la primera de sus novelas históricas, Waverley (1814) y un año más tarde, tres nuevos títulos, El señor de las islas, Guy Manering y El campo de Waterloo. Su salud se resiente, pero siguen apareciendo nuevas obras, El anticuario (1816), Rob Roy (1817), Ivanhoe (1820), Quentin Durward (1823). Muere Lady Scott y quiebra su editorial, contrae una deuda de 114.000 libras , pero la afronta dedicándose a escribir. Hacia 1830 sufre el primer ataque de apoplejía, aunque consigue editar Cuentos de un abuelo (1830). Viaja a Malta, Nápoles y Roma con una salud muy precaria. En 1832 vuelve a Escocia y muere en su casa de Abbotsford el 21 de septiembre a los sesenta y un años; cinco días más tarde, es enterrado junto a su esposa en la abadía de Dryburgh.
Según Henry James, en realidad, “Walter Scott se parece al hermano mayor que reúne a la ingenua chiquillería cuando oscurece para dejarla ensimismada en un derroche de ensueños y de imaginación. Y para disfrutarlo en su plenitud tal vez nos pide eso, que seamos capaces de volver a ser tan crédulos como esos niños al llegar la noche”.
1 comentario:
Otro clásico que merece ser descubierto. Aunque su novela más conocida es "Ivanhoe", toda su obra es interesante y digna de ser leída. Dejad volar vuestra imaginación con Walter Scott. Parece muy antiguo, pero os sorprenderá.
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