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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Redactamos (3)

         Hoy, se asoma una nueva firma a nuestra reciente sección, y además de los recién llegados, otra vez un 1º de E.S.O., de quienes, sin duda, podemos aprender mucho, así que os dejamos con esta magnífica reflexión muy ecologista,

EN EL CAMINO HACIA UN MUNDO MEJOR
                            Pablo Medina Ramos, 1º E.S.O.-D


El mundo, a pesar de que todos los días nos enteramos de cosas que nos hacen sentir impotentes, como la terrible cantidad de gente que muere al año a causa del hambre o que no tiene un techo bajo el que vivir,  está lleno de personas que deciden levantarse del sillón, dejar de sentirse impotentes y hacer algo para cambiar la situación; no ponerse a gritar y a manifestarse delante de la sede de algún partido político o de lo que sea, porque no hay que ser muy listo para darse cuenta de que con esto no se consigue nada, sino dejarlo todo para irse a vivir con la gente que, por la razón que sea, no tiene nada, y ayudarles a poder vivir mejor, ya sea aportando algún donativo o enseñándoles a leer o a escribir, por ejemplo. Esta gente constituye lo que llamamos voluntariado y no esa gente que se esconde tras un traje de marca, que sale dando discursos sobre la importancia de la solidaridad, la igualdad y la lucha contra la pobreza de vez en cuando por la televisión.



Es por esto por lo que creo que todas estas personas son dignas de ser tratadas con todo el respeto del mundo, porque, cuando ya no puedan hacer lo que más quieren, ayudar a los demás, habrán dejado un legado mucho más importante que bienes materiales, habrán dejado cultura, alegría y salud por donde hayan ido.
Hay que tener en cuenta que la vida de un voluntario como puede ser, por ejemplo, un misionero, no es nada fácil, pero esta gente está muy por encima de todo esto y no pretenden ser premiados ni reconocidos por sus labores humanitarias, aunque si realmente los valoráramos tanto como se merecen, deberíamos calificarlos como verdaderos héroes y aprender del  buen ejemplo que dan porque sólo con que todas las personas nos involucrásemos más en la causa, este mundo tan maravilloso en el que vivimos y que todos los días destruimos un poco más con nuestras acciones, sería un lugar ostensiblemente mejor; por eso, vamos a dejar de hablar tanto y vamos a intentar resolver la situación y ayudar a mejorar el lugar en que vivimos, ahora que todavía estamos a tiempo.
 

3 comentarios:

Cristina Davó Rubí dijo...

Creo que estaríamos a tiempo si muchas personas tuvieran las cosas tan claras como Pablo. Y las hay, como él dice, que abandonan sus cómodos sillones y se ponen manos a la obra. Pero también hay muchísima gente que idolatra a jugadores de fútbol, se creen ajenos a los problemas mundiales y tienen bastante con decir que no se puede hacer nada. Pienso exactamente como Pablo, los voluntarios (en el ámbito que sea) son verdaderos héroes anónimos.
¡Felicidades a este chico de 1ºD!

Anónimo dijo...

Bien dicho,Pablo. Quien quiera escuchar que escuche y quien quiera entender que entienda. Lo hablamos en clase. Gracias. Un abrazo.Isabel.

Anónimo dijo...

Estupendo Pablo. Si la mayoría de los chicos de tu edad pensaran como tú, creo que podríamos cambiar el círculo vicioso de este mundo tan desigual y tan desastroso que estamos creando.
Mª Ángeles.