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viernes, 1 de noviembre de 2013

La leyenda de Jack-o-lantern



o La calabaza del diablo     
          A mediados del siglo XVIII, los emigrantes irlandeses empiezan a llegar a América del Norte. Con ellos llegan su cultura, su folclore, sus tradiciones, su noche de Samhein. (Los antiguos pueblos celtas, llegado el final de Octubre, solían celebrar una gran fiesta para conmemorar ”el final de la cosecha”, bautizada con la palabra gaélica de Samhain., que significa, etimológicamente, “el final del verano”.  Esta fiesta representaba el momento del año en el que los antiguos celtas almacenaban provisiones para el invierno y sacrificaban animales.
          Siguiendo los orígenes celtas de esta fiesta los europeos comenzaron a sustituir el nabo por las calabazas de origen mesoamericano, mucho más grandes y fáciles de ahuecar.
En un primer momento la fiesta sufre una fuerte represión por parte de las autoridades de Nueva Inglaterra, de arraigada tradición luterana.
           Pero a finales del siglo XIX, los Estados Unidos reciben una nueva oleada de inmigrantes de origen céltico.


          La fiesta irlandesa entonces, se mezcla con otras creencias indias. En esta secuela colonial, nace Halloween que incluye entre sus tradiciones, la conocida leyenda de Jack el irlandés. Sólo quedaba bautizar a la calabaza como “El candil de Jack”, es decir, “Jack el que vive en la lámpara” o, como se conoce actualmente, “Jack O’Lantern”.
          Esta leyenda tiene su origen en un irlandés taciturno y pendenciero llamado Jack, quien una noche de 31 de Octubre se tropezó on el mismísimo diablo. Desde entonces comenzó a extenderse la leyenda negra de Jack-o-lantern y a emplearse las calabazas convertidas en el tenebroso candil de este siniestro personaje.


La leyenda negra de Jack
          En una lejana noche de Brujas, un pendenciero irlandés con fama de borracho, llamado Jack, tuvo la mala fortuna de encontrarse con el diablo en una taberna. A pesar del alcohol ingerido, Jack pudo engañar al diablo ofreciéndole su alma a cambio de un último trago.


 
          El diablo se transformó en una moneda para pagarle al camarero, pero Jack -harto tacaño- rápidamente lo tomó y lo puso en su monedero que tenía grabada una cruz, así que el diablo no pudo volver a su forma original y Jack no lo dejaría escapar hasta que le prometiera no pedirle su alma en diez años. El diablo no tuvo más remedio que concederle su reclamación. Pasado el plazo de los diez años, Jack se reunió con el diablo en el campo. El diablo iba preparado para llevarse su alma pero Jack pensó muy rápido y dijo:
            Iré de buena gana, pero antes de hacerlo, ¿me traerías la manzana que está en ese árbol por favor? 



          El diablo pensó que no tenía nada que perder, y de un salto llegó a la copa del árbol, pero antes que se diese cuenta, Jack rápidamente había tallado una cruz en el tronco. Entonces el diablo no pudo bajar y él le obligó a prometer que jamás le pediría su alma nuevamente.
Al diablo no le quedó más remedio que aceptar.

El alma en pena de Jack el irlandés
         Jack murió unos años más tarde, pero no pudo entrar al cielo, pues durante su vida había sido golfo, borracho y estafador. Pero cuando intentó entrar en el infierno, el diablo tuvo que enviarlo de vuelta, pues no podía tomar su alma (se lo había prometido).

            ¿A dónde iré ahora? Preguntó Jack, y el diablo le contestó: Vuelve por donde viniste.
       El camino de regreso era oscuro y el terrible viento no le dejaba ver nada. El diablo le lanzó a Jack un carbón encendido directamente del infierno, para que se guiara en la oscuridad, y Jack lo puso en una calabaza que llevaba con él, para que no se apagara con el viento. En otras versiones en vez de calabaza es un nabo el que sirve de tenebroso candil a Jack.



            Halloween, el 31 de octubre, se desvela como una noche misteriosa protagonizada por brujas, fantasmas, duendes o espíritus, dispuestos a asustar a cualquier precio con disfraces, bromas, pelucas, pinturas, películas de terror, etc.
    
    (Gracias a la profe de English, Inés García, que nos apunta temas para este blog, y nos avisaba de lo importante que es Halloween para los angloparlantes).

4 comentarios:

LavaderoAyén dijo...

No sabía todo esto de la historia de Halloween. Aquí, en España, la celebramos igual que ellos: tocando timbres y diciendo ''truco o trato'', o algunos tirando huevos. A casi la mayoría de la gente le gusta Halloween por vestirse y pasar un buen rato con amigos disfrutando de la noche.

Rubén Ayén Galera 4ºD

Cristina Davó Rubí dijo...

Así sí, como tradición y cultura anglosajona me parece muy bonito lo de Halloween. Y precisamente por eso pienso que es algo que no nos corresponde celebrar. Claro que cualquier motivo es bueno para pasárselo bien, pero también hemos de ser fieles a nuestras costumbres y no acogernos a todas las tendencias que nos quieren imponer.

José Francisco Miras Ramos dijo...

Parece que a algunos descerebrados les parece divertido tirar huevos a las fachadas de las casas. Para divertirse, dicen.
Cualquiera de los comentarios que se me ocurren sería censurado por el administrador del blog, que por cierto haría muy bien.

LavaderoAyén dijo...

Estoy de acuerdo, luego dejan todo manchado de huevos y muchos lugares dan una pena verlos de como se han quedado y les encanta hacerlo a algunos.