Vemos a nuestros hijos mirando la tele, dando patadas al balón, hablando por teléfono..., todo menos coger un libro y leer. La afición a leer, que los padres valoramos tanto, parece ser el último recurso para los chicos. Nuestro primer impulso es echarles una bronca, pero hay otros procedimientos, más lentos, pero más efectivos. La afición a leer ha de actuar por contagio porque cuando se contrae la afición a la lectura, es difícil ya curarse… Simplemente, se lee para divertirse, para pasar el rato, para explorar nuevos mundos. Es el tipo de lectura en la que el lector se deja llevar por las palabras, sin ningún tipo de propósito concreto que no sea el puro placer de sumergirse en un libro.
Por esto y por muchas otras razones, os dejamos, padres, este bonito cartel-guía para que lo pongáis en práctica.
1 comentario:
La clave está en dedicar tiempo a nuestros hijos, cosa que resulta a veces difícil pero que es imprescindible para su desarrollo y bienestar. Y, como dice el cartel, al menos veinte minutos al día debemos divertirnos con ellos por medio de las palabras. Leer es la mejor alternativa a todo aquello que les alela. Ánimo y... a leer.
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