Un salto a la vida
“Paraíso en Ceuta”
Ana Belén Jiménez Pérez-4º A-Bilingüe
Hoy, mientras veía las
noticias, algo ha llamado especialmente mi atención y ha calado tan hondo en mi
interior que ha llenado de lágrimas mis ojos.
Aparentemente la noticia
era de las más comunes, se concretaba en que un grupo de inmigrantes había
saltado la valla de Ceuta. Son tantas las noticias similares que, a estas alturas, ya lo vemos como algo
normal y cotidiano, pero en esta ocasión se me antojaba diferente. Ese pequeño
grupo de inmigrantes saltaban, bailaban y se abrazaban celebrando que por fin
habían cruzado y estaban ya dispersos por las calles. La piel amoratad y
ensangrentada debido a las cuchillas de
las fronteras, no eclipsaban esas
sonrisas, unas sonrisas que superan a cualquier otras que nadie pueda imaginar,
la de la esperanza. Las ropas desgarradas, rotas y tiradas por todo el camino hacia
la libertad. Ahora, serán enviados a un centro de internamiento temporal para extranjeros
inmigrantes, donde pasarán una media de diez meses siendo bien atendidos, mientras
se decide si serán libreados en España, o
devueltos a su país natal.
Lo
emotivo de la noticias no es el hecho en sí, sino el significado social y lo que
implica.
Luego,
por el lado contrario, hace escasas semanas unos inmigrantes que llegaban
nadando a la costa ceutí, fueron tiroteados con armas de fuego y pelotas de
goma. Un abuso de poder muy claro.
Entre todos podemos
derribar las fronteras y llenar de sonrisas de esperanza las caras de los
desfavorecidos.
¡No merece la pena verla sonreír!
4 comentarios:
Y es emotivo que aún haya gente que se emocione por unos hechos lamentablemente cotidianos. Puede que las cosas cambien el día que tengamos claro que todos los humanos en el planeta Tierra son de la misma especie, y se actúe en consecuencia. Y mientras eso no ocurra no habrá verdadera justicia en éste mundo.
También emociona observar que no todo el mundo ha perdido la esencia de la humanidad.
Pues sí que es emotivo. La justicia ya es otra historia, soy muy escéptica ante la esperanza que llegue ese día.
Mª Ángeles.
Pues sí, esas sonrisas de esperanza bien valdrían que los Gobiernos llegaran a acuerdos y se tratara a estas personas como lo que son, seres humanos. Afortunadamente, aunque parezca un granito de arena en la inmensidad del problema, siempre hay personas, como Ana Belén, que ven las cosas claras.
Quiero dar las gracias otra vez por publicar una más de mis redacciones. Por muy oscuro que se vea el mundo, siempre hay que echar la vista atrás para ver los grandes logros en igualdad que se han conseguido y así, al echar la vista al frente, ir con más ganas para seguir cambiando el mundo. No podemos olvidar lo que dijo Martin Luther King:
"Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos."
Saludos.
Ana Belén Jiménez Pérez 4ºA
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