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lunes, 7 de abril de 2014

Hoy leemos...


  Las ratas del Titanic
                  Primeros ejemplares del libro





Miércoles, 10 de abril de 1912
Cap. 1
                       
                        Desde el muelle, mientras se alejaba, aquel barco mantenía un aspecto colosal y regio. Numerosos pasajeros saludaban en las cubiertas, incluso desde las cuantiosas ventanas que, por todo el casco, se asomaban en una larga hilera de ojos diminutos, dispuestos ordenadamente. Desde el castillo de proa, un animado grupo de marineros gritaba y agitaba sus brazos, en una clara actitud de despedida. Visibles, aún no muy lejos, fondeados, otros dos grandes transatlánticos, el New York y el Oceanic, emergían sobre las tranquilas aguas del puerto, que lentamente se iba perdiendo de la vista.
                     En algún rincón del enorme buque, apenas perceptible, una musiquilla alegra el ambiente. Alguien toca la armónica y, cuando tras unos minutos la melodía cesa, el extraño personaje saluda con su gorra a la concurrencia, mientras adopta una pose desafiante, a la espera de un merecido aplauso por su actuación. La pieza muy pegadiza, sin embargo, es poco conocida para los presentes. Aquel diminuto se siente, sin duda, alegre y jovial, mientras insiste en sacar los acordes oportunos a fuerza de soplar en su pequeño instrumento. Todo transcurre en una aparente normalidad a su alrededor, pero cuando pone punto final a su música, Sam, que así se llama el improvisado intérprete, se ve rodeado por una pequeña multitud de Ratas que, con ojos inquisitorios, se preguntan cómo es posible que alguien pueda armar tanto jaleo, sobre todo en aquellos momentos donde la atención está puesta en la maniobra de salida del puerto, y la tripulación del enorme transatlántico, siguiendo órdenes de la cabina de mando, vigila cualquier movimiento extraño ocasionado a bordo.



 

Málaga, E.D.A, 2014

PVP: 9.90 €
150 Págs. / 200 x 135 mm. / Rústica
Ficción general (infantil/juvenil

3 comentarios:

Cristina Davó Rubí dijo...

La edición es mucho más bonita en la mano. Y la historia de estos pequeños viajeros del Titanic promete... Habrá que leérselo esta Semana Santa.

Anónimo dijo...

Pues...a echarle fantasía a la historia.
Mªb Ángeles.

Lucía dijo...

Tiene muy, muy buena pinta. Lo leeremos.