LA TIERRA DEL ARCO IRIS
(Un enigma 7000 años después)
Existe una curiosa y sana necesidad humana por
saber acerca de nuestro pasado, tanto cercano como lejano, y esta curiosidad
aumenta cuando nos alejamos en el tiempo y observamos los vestigios que en
cuevas y abrigos naturales dejaron nuestros hombres más primitivos, es decir,
aquella alejada época neolítica donde se presume vivieron los primeros hombres
sobre la tierra.
En nuestra Almería, en lo que conocemos como Los Vélez, una curiosa zona situada al norte
de la provincia, existe una variedad paisajística y geológica que no deja a
nadie indiferente cuando se visita. Allí se encuentran las grandes y abruptas
moles, tajos verticales y las sierras de María, Las Muelas, El Maimón, El Gabar
o Sierra Larga que, sin duda, conforma un paisaje apocalíptico donde se
encontraron las primeras huellas, los vestigios del primer arte rupestre
almeriense, de aquellos ancestros que poblaron sus ramblas, valles o abrigos
naturales, disfrutaron de su fauna y flora y sobrevivieron por la abundancia de
caza. La bibliografía y abundante documentación sobre la cueva de Los Letreros,
El Gabar, Cueva de Ambrosio, Estrecho de Santonge o El Cerro de Tello nos
orientan sobre estos primeros asentamientos en la zona y durante años se ha
dejado de especular acerca de sus moradores.
El
Centro de Estudios Velezanos acaba de publicar un curioso libro, La Tierra del Arco Iris, en realidad, una novela
de Antonio Martínez Egea, sobre lo que pudo ser el origen de als primeras pinturas encontradasen la zona durante el XIX y a lo largo del XX, además de hilvanar una ficción en torno a dos
jóvenes protagonistas, los hermanos Ambros y Tanis y de cómo sobrevivieron y
dejaron su huella en las innumerables cuevas y abrigos de la zona.
Cuando uno se
sumerge en la lectura de La Tierra del Arco Iris asiste a una doble
aventura, sobre todo si apenas conoce cuanto se ha escrito y estudiado acerca
de estas manifestaciones pictóricas de más de 7000 años, en primer lugar el
origen novelado de cómo estos primitivos sobrevivieron y el por qué de sus
pinturas, y un hilo conductor paralelo científico que va señalando desde
mediado el siglo XIX el descubrimiento y posteriores estudios hasta nuestros
días.
Antonio Martínez Egea
(Vélez-Rubio, 1954) ha urdido una curiosa trama que explica paso a paso como
fueron realizadas todas y cada una de las pinturas descubiertas, precisamente
de la mano de uno de esos jóvenes inventados por la ficción del narrador, al
que el novelista añade su parte documental. La novela está perfectamente
ilustrada con nombres propios de antropólogos que han trabajado en la zona y
han puesto de manifiesto el valor de la misma. La lista sería interminable
aunque sobresalen Don Manuel de Góngora, Don Federico de Motos, Juan Cuadrado,
artífice y creador del famoso Indalo de Almería, el abate Breuil y el alemán
Obermaier, el padre Tapia y los Ripoll, padre e hijo, que tanto hicieron por
las cuevas de Los Letreros y de Ambrosio, además de los anónimos trabajadores y
excursionistas que colaboraron con ellos.
Detalle de la Cueva de los Letreros
El famoso Indalo, símbolo de Almería
Y lo mejor, la ambientada historia de los personajes imaginado por el narrador Antonio Martínez Egega, los jóvenes Ambros, Tani y Río, además de su extensa prole que poco a poco van conformando su familia, y los animales Lobo y Almadique, así como sus aventuras para sobrevivir en un medio agreste aunque entonces casi paradisíaco, hace miles, miles de años cuando en el mundo las cosas aun casi no tenían nombre y había que ir descubriéndolas, como le ocurre a estos habitantes del neolítico.
Descubrimientos de los investigadores.
Ficha del libro:
Antonio Martínez Egea, La Tierra del Arco Iris; Vélez-Rubio, Centro de Estudios Velezanos, 2014; 287 págs.
3 comentarios:
La provincia de Almería siempre ha tenido una cultura muy variada en todas nuestras épocas antepasadas: neolítica, argaica... Ejemplos de pinturas rupestres en cuevas, yacimientos arqueológicos... Esto es nuestra historia y por eso, muchas de estas cosas hay que saberlas. Hace poco me enteré de que habían publicado este libro. El autor ha hecho muy bien en publicarlo, para que muchas personas que no sabían todo esto, ahora puedan conocerlo.
Rubén Ayén Galera
Interesante propuesta, con un bello título, más si cabe por situarse en una zona tan cercana como desconocida.
Tantas cosas maravillosas a nuestro alrededor y tan desconocidas por la mayoría de nosotros.
Mª Ángeles.
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