Revolución de los paraguas

REVOLUCIÓN DE LOS PARAGUAS

¿Podemos ser revolucionario sin odios?

         Treinta logos (aquí reproducimos algunos de ellos) que aspiran a inmortalizar la revolución de los paraguas de Hong Kong, la “marca” de moda... Las redes sociales se inundan de paraguas y sombrillas revolucionarias. Ya las cosas no son como las de antes, las ideas trufadas de ideología quedan en un segundo plano, para dejar paso al “Show Party”. A diferencia de las revoluciones islamistas, instaladas en la violencia y la intolerancia, la de los «freak y los Geek» usan como armas la tecnología punta como símbolo de la libertad y el progreso humano alcanzado por la sociedad abierta y democrática. 

¿Por qué el pueblo de Hong Kong tomó las calles?
En una palabra: democracia.
      La constitución de Hong Kong, la Ley Básica, tiene una cláusula que requiere que el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) en China cree un sistema electoral en Hong Kong basado en el sufragio universal.
Después de que Gran Bretaña devolviera Hong Kong a China en 1997, el descontento entre la gente ha ido en aumento a medida que el PCCh fue posponiendo el asunto.
      Las cosas empeoraron este año cuando el PCCh publicó un informe que declaraba su completa autoridad sobre Hong Kong, una región que debería gozar de un mayor grado de autonomía durante un periodo de 50 años a partir de que la Declaración Conjunta Sino-Británica entró en efecto cuando Hong Kong se reunificó con China el 1 de julio de 1997. La Declaración Conjunta también prometía que las instituciones de Hong Kong, las cuales incluyen el sistema económico capitalista, el sistema judicial independiente y la protección de los derechos básicos, no se cambiarían.
      La gota que colmó el vaso para los pro-democráticos de Hong Kong fue cuando el 31 de agosto el régimen chino anuló la posibilidad del sufragio universal para las elecciones a jefe ejecutivo a realizarse en 2017. Beijing decidió que el pueblo de Hong Kong votaría entre candidatos elegidos por un comité controlado por el régimen chino, lo cual fue rechazado por los activistas democráticos como falsa democracia.
      Los activistas democráticos juraron realizar manifestaciones el 1 de octubre, el Día Nacional de la República Popular China, pero cuando los estudiantes ocuparon las calles que rodean complejo de edificios del Gobierno Central de Hong Kong el 26 de septiembre, las manifestaciones pro-democráticas se adelantaron al 28 de septiembre.