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domingo, 8 de junio de 2014

Calendario literario



Tal día como hoy, 8
          1873, nació José Augusto Trinidad Martínez Ruiz (Azorín), literato español, novelista, ensayista y de ser el crítico literario español más importante de su tiempo.

          1903, nació Marguerite Yourcenar,escritora belga que debe su fama, principalmente, a dos grandes novelas biografíco-históricas de gran resonancia “Memorias de Adriano” y “Opus nigrum”, pero cuya obra se extiende más allá de estos dos libros.
 

Juventud y voluntad de triunfar
     Azorín nació en el año 1873 en Monóvar, un pueblecito de Alicante, en una familia burguesa acomodada. En su juventud gustaba de aislarse en la finca familiar del Collado de la Salina para dedicarse a la lectura. A los ocho años es trasladado a Yecla, donde cursó el bachillerato en el colegio de los Padres Escolapios.
            En 1888, su padre lo anima a estudiar Derecho y se traslada a Valencia para entrar en la Universidad. Sin embargo, el ambiente de la ciudad lo aleja de las aulas y apenas logra estudiar, conectando con las últimas corrientes del pensamiento y el arte (krausismo, anarquismo, etc.). Se entrega denodadamente a la lectura de obras literarias y políticas, realizando sus primeras colaboraciones en la prensa local.


     En 1896 se traslada a Madrid con una recomendación bajo el brazo para el director del periódico El País. Su actitud crítica ante todos los valores establecidos acabó radicalizándose demasiado para la línea editorial del periódico y, finalmente, un artículo de opinión controvertido le costó el puesto.
     Colaboró a lo lago de su vida con muchos periódicos entre los que se encuentran El Defensor de Yecla, El Mercantil de Valencia, El Pueblo, El Progreso, El Globo, ABC.
     Denunció las desigualdades de una, a su parecer, España injusta, situándose siempre del lado de los desfavorecidos.
     En el plano literario, se integró en la llamada Generación del 98, de hecho el término fue acuñado por él. Con Pío Baroja y Ramiro de Maeztu formó el Grupo de Los Tres.
Madurez literaria
     Su reconocimiento como novelista llega con la publicación de una trilogía de tintes autobiográficos. Las tres obras que la componen son La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.
 


     De los muchos pseudónimos que utilizó a lo largo de su juventud, el de Azorín acabó imponiéndose, incluso a su verdadero nombre: José Martínez Ruiz. Lo utilizó por primera vez en 1904 en unos artículos para el periódico España.
     A partir de esta época se produce un cambio en él. Abandona las posturas combativas y se refugia en el estudio de la Historia de España, sus orientaciones políticas cambian hacia el conservadurismo, comienza a colaborar en ABC y participa activamente en la política, para lo que contó con el apoyo de Antonio Maura y el ministro Juan de La Cierva. Logró alcanzar en varias ocasiones el cargo de diputado.
     En 1924 entra a formar parte de la Real Academia Española.
     El inicio de la Guerra Civil le sorprende en Madrid, y amparado por un pasaporte diplomático, consigue huir refugiándose en París. Volverá en 1939 una vez finalizada la contienda. Su adhesión al régimen no es bien vista por algunos miembros de falange que recuerdan su pasado como joven anarquista.
     Su muerte en 1967 le convierte en el más longevo de todos los miembros de la Generación del 98.
 


          Marguerite de Crayencour, Bruselas, 1903 - isla de Mount Desert, Maine, EE UU, 1987. Escritora francesa de origen belga.

         Huérfana de madre desde su nacimiento, el padre la trasladó pronto a Francia que era (natural de Lille), y tras impartirle una educación bastante esmerada, la llevó siempre con él. Cursó estudios universitarios, especializándose en cultura clásica, y empezó a publicar diez años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, aunque con escaso éxito. De esta primera época son las novelas Alexis o el tratado del inútil combate (1928), que comenzó a despertar el interés de la crítica: obra de corte gidiano, es una lúcida y desinhibida vivisección de un fracaso existencial; La Nouvelle Eurydice (1929), menos tensa e inspirada respecto Alexis: Denier du rêve (1934), historia de un atentado fracasado contra Mussolini, donde la violencia política ocupa el primer plano; y La mort conduit l'attelafe (1934), colección de tres cuentos. 

       Sus largas estancias en Grecia dieron origen a una serie de ensayos reunidos en Viaje a Grecia y llevaron a su maduración la idea originaría de Fuegos (1936), una obra esencialmente lírica compuesta de relatos míticos y legendarios. La misma dimensión mítica se deja traslucir en su colección de Cuentos orientales, publicada en 1938. El año siguiente aparece El tiro de gracia, basada en un hecho real, una historia de amor y de muerte en un país devastado durante las luchas antibolcheviques.
        En 1939 la guerra la sorprendió en los Estados Unidos y allí fijó su residencia, en Maine, dedicándose en un principio a la enseñanza y adquiriendo la nacionalidad norteamericana en 1948. Llevó a cabo también en este período una serie de refinadas traducciones de textos de diversa naturaleza: obras de Virginia Wolf, Henry James y K. Kavafis y la antología de poesía griega antigua La couronne et la lyre

        Su fama como novelista la debe a dos grandes novelas históricas que han tenido gran resonancia: Memorias de Adriano (1951), reconstrucción histórica realizada con gran celo documental de la vida del más ilustrado de los emperadores romanos. Escrita a modo de carta dirigida como testamento espiritual a su sucesor designado, es una meditación del hombre sobre sí mismo, e ilustra el único remedio posible a la angustia de la muerte: la voluntad de vivir conscientemente, asumiendo el deber principal del hombre que es el perfeccionamiento interior.
          La otra fue Opus nigrum (1965), obra fruto de cuidadosas investigaciones, que gira en torno a la figura del médico alquimista y filósofo Zenón, intelectual enfrentado a los problemas del conocimiento. 


      Fue la primera mujer en ser elegida miembro de la Academia Francesa en 1980.

    En el curso de un viaje a África llevó a término la redacción de los tres relatos que componen Como el agua que fluye (1982), y el ensayo Mishima o la visión del vacío (1981), fruto de la larga frecuentación de la obra del gran escritor japonés. En 1982 vio la luz Con los ojos abiertos, libro de conversaciones con Matthieu Galey, que constituye una reveladora autobiografía.


2 comentarios:

Cristina Davó Rubí dijo...

Recuerdo a dos grandes de la literatura en esta bonita mañana de domingo.

Anónimo dijo...

Grandes, pero grandes.
Mª Ángeles.