Hoy 10 de enero se cumplen 400 años de un polémico
acontecimiento cultural: la publicación del Quijote
de Avellaneda, segunda parte apócrifa del personaje creado años antes por Miguel
de Cervantes.
Alonso Fernández de
Avellaneda es el seudónimo del autor del libro conocido como el
Quijote apócrifo (título original: Segundo tomo del ingenioso hidalgo
don Quijote de la Mancha),
publicado en Tarragona el año de 1614. Hasta el momento, no se ha podido dar
con su verdadera identidad.
Con el correr del tiempo el
Quijote de Avellaneda se convirtió en un libro si se quiere maldito. Su autor
fue tachado de advenedizo, resentido y envidioso. En el prólogo escrito por el propio
Avellaneda explica las razones que lo impulsaron para escribir el libro y de
paso aprovecha la oportunidad para insultar a Cervantes Avellaneda buscaba,
aparte de dinero, un poco de la fama que el Quijote Cervantino había deparado a
su autor. Lo cierto de todo este asunto es que el libro no tuvo resonancia de
ningún tipo, al punto tal que tardó más de un siglo en imprimirse de nuevo en
castellano por allá en el año de 1732.
2 comentarios:
Siempre se ha dicho que "El Quijote" de Avellaneda era un "loco de atar", por algo será.
Mª Ángeles.
¡Enemistades literarias de la época! Yo le tengo cariño a ambos "Quijotes", porque me perseguían en oposiciones. Tuve que hacer el comentario filológico de un texto del apócrifo y años después desarrollar el tema del de Cervantes. Cuatro siglos y aquí siguen.
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