______Navidad______
En estas fechas, en cualquier lugar de nuestro mundo, la humanidad entera, en mayor o menor extensión, se prepara para celebrar la Navidad que, desde el punto de vista literario, constituye una suerte de género que nunca ha escapado a la pluma de grandes escritores, tanto es así que poetas, novelistas, dramaturgos o, incluso, ensayistas han dedicado sus esfuerzos a cantar la Fiesta de la Navidad. Quizá el cuento, sea el más proclive a expresar este sentimiento y si hiciéramos un repaso nos encontraríamos con no pocos autores universales que ha dejado su impronta en las páginas en blanco del conjunto de su obra.
En este blog somos muy proclives a celebrar la Navidad como fiesta entrañable de los sentimientos de la gente de buena voluntad. Por eso, además, de ofrecer un pequeño repaso literario como el presente, a partir de hoy, y cada día, adornaremos nuestras páginas con un motivo navideño que nos otorgue el calor suficiente hasta llegar a fin de año, ese esperado 31 de diciembre.
Podemos asegurar que la literatura ha utilizado desde la Edad Media este motivo para contar historias en las que el hombre se redescubre a sí mismo, y se vuelve más dadivoso, e incluso más benevolente. "Cuento de Navidad" de Charles Dickens es, sin duda, el más famoso y de mayor influencia en toda la literatura navideña. Escrita por en 1843, esta novela corta dividida en cinco capítulos, narra la historia de Ebenezer Scrooge, un avaro frío y calculador que, en Navidad, y después de unos sucesos dramáticos, aprende a ver la vida con una mirada distinta porque serán los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura los que le harán ver aquello que le hubiera gustado y así gozar de la inocencia de un niño para saborear los días felices durante esas fiestas.
Fedor Dostoiesvki, en "Un árbol de Noel y una boda", crea una alegoría acerca de la esperanza y de la capacidad del ser humano para redimirse. "¡Volvámonos buenos todos, ahora que se acerca la Santa Noche y perdonemos!", escribió Luigi Pirandello en "Navidad en el Rhin", un relato temprano, de 1896, cuando no le merodeaban aun sus seis personajes en busca de autor. La Navidad es, igualmente, tradición, memoria e infancia, así Dylan Thomas escribió "La Navidad de un niño en Gales", que cuenta una conversación entrañable entre un abuelo y su nieto, rememorando navidades en la orilla de un pueblo costero, una fiesta que también es referencia obligada en los países anglosajones.
"El cascanueces" de E.T.A. Hoffman con los húsares haciendo frente al rey de los ratones, o "La vendedora de fósforos", de Hans Christian Andersen, imagen triste y dolorosa con sus pies desnudos sobre la nieve, son dos de las historias más famosas contadas a los niños de todo el mundo. El precioso "Cuento de navidad" con el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas, salió de la pluma de Ray Bradbury. Y la ternura y desbordada imaginación de las "Cartas de Papa Noel" de J.R.R. Tolkien nos recuerdan que debemos escribir cada año nuestras cartas cada Navidad. Pero existe, también, una Navidad sentimental, heredada por el misterio de la literatura que nos envuelve en un paisaje de luces, abetos, filantropía, renos, muérdago, regalos y Santa Claus, y ecos de los cuentos de los Hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, o mucho más tarde de los escritores estadounidenses, "El deseo de Navidad de Pat Hobby", de Francis Scott Fitzgerald y de Truman Capote de "Una navidad", que recrea autobiográficamente ese instante tenebroso en que alguien nos dice que Santa Claus o, incluso, que los Reyes Magos, tampoco. Hay también otro espíritu navideño también en la literatura española, "La adoración de los Reyes" de Valle-Inclán, "Lo que lleva el Rey Gaspar" de Azorín, “Nochebuena aristocrática”, de Benavente. La Misa de Gallo, villancicos, el portal de Belén, Nochevieja, Noche de Reyes, y hasta el sorteo de Lotería del Gordo de la Navidad…
Y en América ocurre lo mismo, relato a relato, "Las misas de Navidad" del mejicano Manuel Gutiérrez Nájera, "Cuento de Nochebuena" del también modernista Rubén Darío y "La adoración de los Reyes Magos" del gran Manuel Mújica Lainez, inspirado en el cuadro de Pedro Pablo Rubens en el Museo del Prado. Hasta Horacio Quiroga, genio del cuento breve, escribió "Noche de Reyes" o un “Cuento laico de Navidad”. Y para terminar, Gabriel García Márquez, se acercó a esta festividad en un pequeño cuento de Navidad, apenas conocido y publicado en la Revista de Cubana de Aviación en 1993, que tituló, "Estas navidades siniestras", un crudo retrato contemporáneo, casi un artículo de opinión que acaba proclamando: “954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran”.
Felices días a todos durante esta próxima Navidad.