LOS RECORTABLES INFANTILES
El siglo XXI nos ha traído un amplio mundo de dispositivos electrónicos que hacen nuestra vida más fácil y mucho más cómoda, esa es la verdad. Cualquier niño/a de hoy maneja móvil, iPad, iPod, Tableta, ordenador y mini-ordenador, webCam, se inscribe en Facebook o en Twiter y un largo etcétera, o sabe de Internet, se mueve por una amplia gama de programas, incluso puede leer libros digitales y estudiar en ellos. Nos vamos a ir contra una tecnología avanzada que siempre facilita de alguna manera nuestra vida y nuestras comunicaciones. Pero, en otro tiempo, los juguetes, los entretenimientos de nuestras niñas y niños, eran completamente diferentes e incluso intercambiables. Se trataba de los recortables que eran y siguen siendo láminas aptas para todos los bolsillos y para todas las edades. Se trata de juguetes infantiles que abarcan todas las variantes existentes, desde medios de transporte a casas, muñecas, teatrillos o soldados, edificios o barcos.
Algunos son de los años 50 y pertenecen al lejano oeste y al ejército, pero también podíamos construir monumentos, o vestir muñecas con vistosos vestidos, como allá por los años 60.
Os dejamos una muestra para que veáis cómo se lo pasaban en grande vuestros padres y madres, o quizá vuestros abuelo/as, según la edad. Claro.
Y ahora viene la pregunta, ¿qué tienen que ver los recortables con una biblioteca?
Fácil, esos recortables de soldados y de vaqueros e indios, provocaban auténticas batallas que ensayaban los niños, aquellos otros de muñecas y vestidos, hacían que las niñas presumieran y además inventaran historias de papás y de mamás, algo que hoy en día sonaría a muy antiguo y machista, pero ya se sabe, entonces, "los niños con los niños y las niñas con las niñas".
Por contrapartida, había otros recortables para aquellos manitas que querían hacer de estos juguetes un auténtico arte, como por ejemplo, los siguientes:
Curiosidades de papel para todos los gustos y bolsillos.
Esperamos que os diviertan estos juguetes de vuestros padres y abuelos, o de vuestras profesoras y profesores.
2 comentarios:
Me encantaban los recortables. Aportaré algo personal a mi experiencia, inventiva de aquella época. Como no teníamos botones para poner a la ropa de las muñecas, mis amigas y yo, utilizábamos una tapa, pequeña, redonda, que traían los supositorios en la parte superior de su envase, que nos ponían nuestras madres cuando teníamos fiebre. Se quedaban nuestros vestidillos preciosos y, lo más importante, a nuestras muñecas no se les caían y las vestíamos como reinas.
Mª Ángeles.
Siempre me han gustado los recortables, pero reconozco que soy malísima con las tijeras, así que prefería otro tipo de entretenimientos.
Entrañable recuerdo de otros tiempos, no tan lejanos y que sin embargo nuestros jóvenes a veces miran como si fuese la prehistoria.
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