Estos días de sol, de tranquilidad, de largas tardes y noches frescas, hemos pensado en la biblioteca que deberíamos volver a esos ancestros que señalaban un "sentido común" para nuestra vida y precisamente, en días pasados, el suplemento El País Semanal, hablaba de nuestros problemas, de los sufrimientos que, en ocasiones, tienen su origen en ese sentido común, y entre otras muchas cosas, se hablaba allí de "no juzgar a través del ego", "huir de las ilusiones", "saber escuchar", "ser prudente", "cuidar los detalles", "vigilar el lenguaje", "dar y darse libertad", "respeto y admiración mutua" o "evitar daños irreparables". Al tiempo que reproducía cuatro proverbios que os queremos anotar por si os sirven para reflexionar:
"Algún dinero evita las preocupaciones. Mucho, en cambio las atrae". (Proverbio chino).
"Durante la estación seca hay que hacerse amigo del dueño de la piragua". Proverbio africano).
"El amor es como la cerámica. Cuando se rompe, aunque se reconstruya, se reconocen las cicatrices". (Proverbio griego).
"Enseña al niño el camino en el que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él". (Proverbio hebreo).
2 comentarios:
Preciosa esta entrada de hoy en nuestra biblioteca. En verano, como yo digo, no debemos dejar a un lado la reflexión; al contrario, las noches claras y frescas, el tiempo libre nos pueden incitar a ella.
Y es necesario, cómo no, volver a esa sabiduría ancestral que recogen los proverbios y que aun hoy día nos sirven de guía. No elijo ninguno, porque me encantan los cuatro.
Con estos proverbios comprobamos cuánta sabiduría existe en otras culturas, por lo tanto no despreciemos a ninguna.
Mª Ángeles.
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