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sábado, 5 de septiembre de 2015

LOS NIÑOS QUE NUNCA ESTRENABAN LIBROS



Un historia de Rafael Castillejo para aquellos maravillosos años…

        Un año más, observo cómo mi nieta mayor, al igual que miles de niños en edad escolar, tienen que adquirir nuevo material escolar que supera ampliamente -en cantidad- al que sus abuelos utilizaron. En aquel tiempo, se daba además el caso de los niños que nunca estrenaban libros, es decir, los hermanos más pequeños que, en las familias humildes, heredaban de los hermanos mayores los libros de texto. Habían sido educados para asumir ese papel y, por lo tanto, recibían con más o menos ilusión el libro usado con que comenzar el curso en septiembre. 


     En las familias con menos recursos, estrenar libros -incluso ropa- estaba destinado a los hermanos mayores. Todo esto era normal en la España de los 40, 50 y parte de los 60. Muchos de aquellos escolares, lejos de desmotivarse, incluso se esforzaban más para poder demostrar que con el libro viejo podían aprender lo mismo o más que cualquier niño con un ejemplar recién salido de la editorial. Como decía al principio, el material que hoy se adquiere supera ampliamente -en cantidad- al que nosotros utilizamos en aquellos años. Otra cosa es que lo supere en calidad y práctica. De momento, lo que está claro es que el gasto se dispara y, para muchas familias, septiembre se presenta con una cuesta que poco tiene que envidiar a la de enero. Lo positivo: Que las editoriales pueden mantener a muchos trabajadores. Somos muchos. Ese es el gran problema. Rafael Castillejo, a 4 de septiembre de 2015. www.rafaelcastillejo.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Comparto sus palabras.

Rubén Ayén Galera