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martes, 29 de septiembre de 2015

Hoy un dictado...



EDUCACIÓN

El dictado vuelve a ser obligatorio

     Los alumnos del siglo XXI han sustituido el estuche Pelikan por la tableta, pero siguen copiando a mano «Mi mamá me mima, yo amo a mi mamá». Los críos del futuro llevan relojes del inspector Gadget que también son teléfonos y calculadoras, pero en clase continúan haciendo campeonatos para ver quién multiplica más rápido. Los métodos pedagógicos más tradicionales y básicos no han desaparecido con la revolución tecnológica. Las leyes, además, los afianzan en la escuela. 


     En Francia, el Gobierno socialista va a contemplar en su reforma educativa dictados y ejercicios de cálculo mental que serán obligatorios a diario en la Escuela Elemental (el equivalente a Primaria). En España ya lo hacemos. El Gobierno del PPrecuperó los dictados el año pasado, al introducirlos de forma expresa en el desarrollo curricular de la Ley Orgánica para la Mejora Educativa (Lomce).

   Pedro Rodríguez, profesor jubilado del colegio concertado Amorós, en Carabanchel Alto (Madrid), no era mucho de poner dictados cuando ejercía. «Nosotros sí los hacíamos cuando éramos pequeños, todos los días. Pero, cuando yo daba clase a niños de ocho y nueve años, prefería hacer una lectura con ellos, por ejemplo un poema, y que buscaran en el diccionario las palabras que no entendían. Como hoy no leen, ponen muchas faltas de ortografía. Yo insistiría más en que el alumno lea, porque, a través de la lectura, se fija la ortografía de verdad».

   Carmen Guaita, maestra del colegio público San Miguel, en el barrio madrileño de Hortaleza, comparte con Pedro Rodríguez que «para no tener faltas de ortografía, lo mejor es la lectura», pero añade que «el dictado es una herramienta para reforzar: sirve para afianzar los aprendizajes relacionados con reglas de ortografía concretas».

Explica que, en España, el dictado «nunca se ha dejado de hacer». «Lo que ha pasado a la historia, lo que ya no está de moda, es el dictado descontextualizado, en el que el niño no comprende lo que está escribiendo. Ahora se integra en un aprendizaje más significativo para el alumno. Por ejemplo, esta mañana, en 5º de Primaria, hemos estudiado a Ícaro. Y el dictado ha ido sobre los mitos».

Internet está lleno de nuevas modalidades de dictados, versiones 2.0 de una técnica que muchos recuerdan con horror y que ahora aparece en formas más lúdicas.

***Está el llamado dictado rayo, donde el profesor muestra fugazmente una palabra y los alumnos tienen que memorizarla y escribirla.

***O el dictado sin cortes, en el que el maestro lee sin parar mientras los estudiantes copian en equipos y reconstruyen, entre todos, el texto completo.

***O el dictado de pared: se pegan las frases por la clase y los niños se ponen por parejas. Uno las lee, las memoriza y se las dicta al compañero. Luego cambian los papeles. Después las corrigen juntos.

¿Y todo esto para qué sirve? «El dictado entrena la atención sostenida y la concentración, ejercita la memoria de trabajo y sirve para detectar los errores», explica el neuropsicólogo Álvaro Bilbao. «Otra cosa positiva es que trabaja la caligrafía, incidiendo en la psicomotricidad fina y en la capacidad visoespacial. Ayuda también a desarrollar la capacidad de atención dividida, permitiendo al niño estar concentrado en dos tareas a la vez: su propia escritura y el dictado. Aprender a hacer eso le permitirá, por ejemplo, tomar apuntes en la universidad o escuchar al maestro y memorizar a la vez», añade el autor de El cerebro de los niños explicado a los padres, que no cree que tenga sentido, sin embargo, obligar a poner un dictado diario.
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La vida, sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia adelante"
(Soren Kierkegaard)
María José Díaz Martínez 2ºBach - A