La caída de la
Casa Usher
Uno de los
cuentos preferidos por Poe, y de mayor repercusión crítica, La caída de la
Casa Usher, fue publicado en 1839; sin duda, es el relato más gótico del
narrador norteamericano que, en medio, de un paisaje lúgubre, describe una casa
embrujada, habitada por dos hermanos, una terrible enfermedad y todo un
misterio en torno a la mansión.
El protagonista y
narrador de la historia acude a la llamada de un viejo amigo, Roderick Usher,
incapaz de resolver el misterioso ambiente que envuelve a su casa; junto a él,
una hermana, también, enferma. Usher se lamenta frente a su amigo del estado
deplorable en que este lo encuentra, no tolera la luz, ciertos olores le son
ajenos, solo consigue soportar ciertos alimentos insípidos, y debe llevar
siempre una determinada clase de tejido, incluso su aspecto: un color de piel
cadavérico, ojos grandes y claros, labios finos y palidísimos, nariz de tipo
hebreo y el cabello crecía totalmente descuidado, delataban el estado de
abatimiento en que se encontraba el viejo compañero de una temprana
adolescencia.
Tensión e
inquietud en apenas 80 páginas, a cargo del maestro del terror, Edgar Allan Poe
(Boston, 1809-Baltimore, 1849), pionero del relato o cuento, que renovaría el
género elevándolo a la categoría de universal: mezcla de terror, un tono policíaco,
o tintes de la mejor ciencia-ficción proyectaron el conjunto de su obra hasta
convertirlo en un autor de culto a lo largo del siglo XIX y el siglo XX.
Edgar Allan Poe,
La caída de la casa Usher; ilustraciones de Agustín Comotto; traducción de Francisco Torres
Oliver; Madrid, Nórdica, 2015; 84 págs.
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