El extraño, curioso y simpático gallito de las rocas
El
Gallito de las Rocas o Tunqui es una de las aves más espectaculares del mundo.
Su fantástico plumaje y colorido despliegue para cortejo se equiparan a las de
cualquier ave del paraíso.
En
estas líneas aprenderemos un poco más de esta hermosa especie que, a pesar de
contar con protección legal, se encuentra hoy en peligro de extinción debido a
la caza indiscriminada con fines comerciales y a la depredación de los bosques
amazónicos donde habita.
Esta
hermosa especie habita entre los 1,400 y los 2,500 metros sobre el
nivel del mar, en las zonas conocidas con el nombre Yungas, especialmente en
los bosques húmedos y densos de las vertientes orientales andinas que existen
en los territorios de países como Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Estos bosques tropicales son el medio ideal para su desarrollo por la
abundancia de los frutos silvestres que crecen en el lugar, favoreciendo su
alimentación en cualquier época del año.
Se
trata de un ave mediana, tiene unos 32 cm de largo que, como muchas otras aves,
evidencia una notoria diferencia de color según su sexo. Debido a esto, el
macho es de un bello color rojo-anaranjado, con una cresta erecta de plumas
sobre el pico y la frente, alas y cola negros, además de algunas plumas de
color gris perla en las alas. En contraste, la hembra posee un color marrón
rojizo oscuro en su totalidad y tiene la cresta más pequeña.
La
explicación para esta diferencia la encontramos en la selección de la pareja en
tiempo de apareamiento, cuando las hembras escogerán al macho más llamativo
para brindar sus genes a las nuevas generaciones de Gallitos de las Rocas.
Justamente
esta belleza tan vistosa de sus especímenes machos y su popularidad los
convirtió, desde principios del siglo pasado, según el propio testimonio del
célebre investigador Alexander von Humboldt, en aves muy perseguidas, lo cual
constituye un peligro latente por el que se ha considerado que los Gallitos de
las Rocas se encuentran en peligro de extinción.
Asimismo,
Humboldt nos explica que su nombre está muy asociado con las rocas porque
habita en cañadas húmedas de gran profundidad en las que frecuentan las
barrancas o peñas empinadas entre cuyos huecos construyen sus nidos con musgos
y otros materiales vegetales y donde crían a sus pichones que, solo en sus
primeras semanas, se alimentan con insectos.
El
exótico Gallito de las Rocas es un ave solitaria y silenciosa, acostumbrada
solo a emitir gruñidos cuando está en celo, cuando se asusta o si está alejado
de su territorio. Solo en época de reproducción se reúnen alrededor de 40
machos esperando ser seleccionados por la hembra. Cuando ese momento llega, los
machos se sitúan en un espacio de alrededor de medio metro y ahí ejecutan uno
de esos espectáculos tan impresionantes que solo la naturaleza nos puede
regalar: danzan y se lucen, a la espera de ser escogidos para el apareamiento.
Posteriormente,
la hembra se encarga sola de la incubación y el cuidado de las crías. A pesar
de que esto pareciera no hablar muy bien de la labor como padre de familia del
Gallito de las Rocas, la madre no tiene quejas al respecto ya que la llamativa
presencia del macho cerca al nido podría resultar altamente peligrosa al atraer
la atención de los depredadores como águilas, serpientes, entre otros. El color
opaco de las hembras toma entonces un valor fundamental, ya que le sirve para
evitar ser detectada por sus enemigos.
El tunqui o Gallito de las Rocas es el ave nacional del
Perú y está protegido por la ley. Su caza y comercialización están prohibidas,
sin embargo esta disposición no es respetada y lamentablemente es
comercializado por traficantes de animales, vivo o disecado. Es urgente que
conozcamos y difundamos cada vez más la importancia de proteger nuestras especies
naturales.
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