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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Hoy leemos...



Tal día como hoy 12
En 1929 nacía Michael Andreas Helmut Ende, conocido como Michael Ende, escritor alemán cuya obra se enmarca en el género fantástico. Algunos de sus libros son universalmente reconocidos como “Momo” o “La historia interminable”.



      Michael Ende uno de los escritores más importantes de literatura juvenil del S.XX, nació en Garmisch-Partenkirchen, Alemania. Fue hijo único del pintor Edgar Ende y de Luisa Bartholomä y se crió en un ambiente bohemio, rodeado de artistas de todo tipo, lo que le influiría más adelante en el estilo de sus obras, heredando de su padre el gusto por la fantasía y las extrañas imágenes plásticas.
Su vena artística fue encaminada en un principio hacia el teatro, estudiando interpretación durante tres años en una escuela en Munich, pero tuvo que suspender esta actividad pues fue llamado a filas en el ejército alemán. Después de un único día de preparación, fue enviado al frente, dónde vio morir a tres de sus amigos el primer día de lucha. Desertó del ejército nazi esa misma noche, andando durante 80 kms, para volver a casa de sus padres. Se unió a un grupo antifascista durante la II Guerra Mundial y sus primeras obras fueron de carácter político.
      Las pinturas de su padre estaban vetadas por el partido nazi, se le prohibió exponer y fueron requisadas o estropeadas gran parte de sus obras. La economía de la familia Ende era bastante precaria y malvivían como podían.

     Iniciada la década de los 50 empezó a escribir relatos infantiles y juveniles. Fue con la obra Jim Botón y Lucas el maquinista, de marcado corte fantástico y galardonada con el premio Deutscher Jugendbuchpreis como el mejor libro alemán del año para el público infantil,  con la que logra una gran repercusión y la que le dio una gran popularidad dentro de su país. Pero la crítica fue dura y rechazó frontalmente la publicación, pues tras la guerra, la corriente dominante era la del realismo.
      Se casó con la cantante de jazz Ingeborg Hoffman, con quien se iría a vivir a Genzano, un pueblo en las afueras de Roma donde residiría toda su vida.
En esta localidad escribió obras como Momo, galardonada con el “Premio de Literatura Adolescente de Alemania”, o La historia interminable, ganadora del premio Janusch-Kortschack, siempre enmarcadas en el género fantástico, que le dieron un impulso importante a su carrera a nivel internacional, y que fueron traducidas a más de cuarenta idiomas. Las dos obras fueron adaptadas al cine, aunque el escritor no quedó demasiado contento con el guión de esta última.



        El primer libro cuenta las aventuras surrealistas de una niña, Momo, que se enfrenta a los hombres grises que le roban el tiempo a los hombres.
        
        Todos sus libros tienen títulos llamativos, como El libro de los monicacos, Tragasueños, Jojo, El Goggolori, o El espejo en el espejo.







      El segundo es un libro que habla a su vez de un libro. El protagonista, Bastián Baltasar Bux, roba un libro y, cuando empieza a leerlo, descubre que el libro habla de él, y es absorbido -literalmente- por su trama.                              


2 comentarios:

Antonio Viúdez Berbel dijo...

Los dos novelas aquí mencionadas, Momo y La historia interminable, son de esos libros que gustan tanto a niños como adultos; a los primeros por su fantasía, y a estos últimos por su significado.

En mi opinión, ambas son inmejorables.

Acabo de leer...y me gusta. dijo...

De eso se trata, Antonio, de hacer una invitación a la lectura. Por eso, desde aquí, te invitamos a que no sugieras títulos y lecturas posibles. Biblioteca.