Alguien, sin duda, vuestros abuelos y padres, se acordarán de las castañeras, que solían aparecer con los primeros fríos del otoño, y adelatanban el invierno.
Hemos leído, y sin duda con permiso de Rafael Castillejo, y sin ánimo de nada, ofrecemos el texto que ha escrito sobre este maravilloso oficio que está empezando a olvidarse. Castillejo es un enamorado de las tradiciones, de los viejos tebeos, las películas, los juguetes y un largo etc.
Hoy os dejamos su texto y sus ilustraciones, y otro día recordamos la historia de estas singulares castañeras.
Gracias, Rafael.
mañana he visto cómo una señora muy elegante os
contemplaba con envidia. Ataviada con un abrigo de visón y varias joyas cuyo
precio bastaría para comprar todos los puestos de castañas que aún quedan en
nuestro país, la humedad de la mañana se apoderaba de su cuerpo como si fuera
desnuda. Sin embargo, ahí estabais vosotras, tan calientes... tan campantes.
Sois como las violeteras, pero en lugar de aparecer como aves precursoras en
primavera, aparecéis en otoño cuando todavía las temperaturas no han bajado lo
suficiente como para que el personal os compre la caliente mercancía. Por
cierto, en algunos lugares han tenido en los últimos años el bonito detalle de
dedicaros un monumento. Felicito a los que tuvieron esa bonita idea.
Ojalá pintara yo algo
en el ayuntamiento de mi ciudad para solicitaros uno, pero tan sólo se acuerdan
de mí para cobrarme impuestos. Por cierto, las fotografías en blanco y negro
fueron obtenidas por Gerardo Sancho en la Zaragoza de los sesenta. El cuento troquelado
"Mariuca la castañera" es obra de ese genio de la ilustración que fue
Juan Ferrándiz. También el guión lleva su firma. Un auténtico artista que supo
representar muy bien los días de Navidad, y otras muchas cosas.
Rafael Castillejo, a 28
de noviembre de 2014.