El Capitán Trueno es una
serie de historieta de aventuras, creada en 1956 por el guionista Víctor Mora y
el dibujante Miguel Ambrosio Zaragoza (Ambrós), que es la más exitosa de la historia
del cómic español.
El protagonista es el
Capitán Trueno, un caballero español de la Edad Media en tiempos
de la Tercera Cruzada
(postrimerías del siglo XII). Acompañado por sus amigos Goliath y Crispín, y en
ocasiones también por Sigrid, novia de Trueno y reina de la isla de Thule, se
dedica a recorrer el mundo en busca de aventuras que le permitan plasmar su
condición de defensor de la justicia y liberador de los oprimidos.
Primera
época (1956-68)
En
su primera época, desde 1956
a 1968, llegó a ser la historieta más popular y
difundida de España, manteniendo una tirada máxima semanal de unos 350.000
ejemplares. Se publicó en dicha época utilizando la variedad de formatos más
difundidos para el cómic, como eran los de serie de cuadernos apaisados desde
1956 y, por otra parte, mediante el formato de revista juvenil ("El Capitán
Trueno EXTRA", también semanal, con una aventura completa cada dos o tres
números, a inspiración de la historieta franco-belga).
Asimismo,
favorecido por el gran éxito del personaje, se insertaron sus aventuras en las
páginas centrales de la publicación infantil Pulgarcito, editada también por Bruguera.
En fechas señaladas de vacaciones estivales y de Navidad de cada año también se
publicaron los llamados «Almanaques», que recogían aventuras completas
autoconclusivas, independientes de los cuadernillos y del EXTRA. La impresión
se realizó (salvo todas las portadas, que ya lo fueron en color) en blanco y
negro, o bitono, durante esta primera época.
Argumento
Los
guiones del Capitán Trueno huyen de dar una visión maniquea, cátara o
estereotipada de las demás razas y culturas. De este modo, encontramos tanto a
enemigos como amigos entre los vikingos noruegos, los chinos continentales, los
indígenas americanos e, incluso, entre los propios españoles, colectivos
humanos en los que aparecen personajes honrados y valientes junto a tipejos
execrables, los cuales, por ejemplo, quieren practicar la "caza del
hombre" con sus propios siervos. Pese a ser una obra con héroes y
villanos, no todos los intervinientes que van desfilando son buenos o malos de
modo permanente o absoluto. Cabe citar como ejemplo al vikingo Ragnar
Loghbroth, padre adoptivo de Sigrid, quien confiesa en su lecho de muerte que,
si bien atacó y saqueó como pirata las ricas naves de los mercaderes,
"también es cierto que combatí [continúa el relato del vikingo] a los
traficantes de esclavos". A éstos ayudó a recobrar la libertad.
El Capitán Trueno:
“Siempre soñé con escribir las aventuras de un caballero andante, y Editorial
Bruguera me brindó la ocasión. Este caballero es fuerte, simpático, lucha con
noble idealismo moral por la justicia, la libertad, la fraternidad, la paz
(...) Su papel fue a menudo el de hacer que masas de gentes tomaran conciencia
de la bestial explotación a que eran sometidas por un grupo de vampiros (...)
Si algo se le puede reprochar es que, desde un punto de vista estético, el
Capitán tiene todos los defectos de los héroes positivos de la novela soviética
mala... jamás tiene una flaqueza. Jamás tiene nada que reprocharse... Es el
hombre que se reprime constantemente para estar a la par de los ideales que
defiende...” Esta cita de Víctor Mora nos define perfectamente al personaje
principal de la serie.
Goliath: Es el personaje
preferido por los dibujantes y por muchos lectores. Para los primeros, porque
era muy cómodo de dibujar y, para los segundos, por su simpatía y bonhomía. Es
un "tragaldabas", antiguo leñador, de gran fuerza física, que no
puede pasar más de una hora sin comer. No obstante, si hay algo que le guste
más que la comida, esto es una buena bronca, en la que hará uso de su
"toma-toma" o demostrará a sus contrincantes por qué le llaman
"El Cascanueces" (el calificativo tiene que ver con las cabezas). Si
alguna mujer robusta o fornida conoce al "Cascanueces", se enamorará
perdidamente de Goliath (como una condesa de Rusia, la condesa Tatiana
Robustiana Hermanagilda, aparecida en los números 254-255-256 de EL CAPITÁN
TRUENO EXTRA ó las hechiceras Kil-Kil aparecidas en unos números de los
cuadernillos de SUPERAVENTURAS), lo que le costará más de un disgusto. También
es el personaje abnegado y sacrificado por sus compañeros, como lo demuestra en
varias ocasiones al ser el primero en arrojarse del globo aerostático cuando no
hay más lastre disponible.
Crispín: Es el personaje
más joven, algo tímido con las chicas y, tal vez, con el que más se
identificaban los lectores jóvenes. Hijo del conde de Northumbria y de su joven
esposa Yolanda; al fallecer su madre -siendo bebé- es dejado bajo la custodia
de nuestros amigos, convirtiéndose con el tiempo en escudero de Trueno. Las
bromas entre Maese Goliath y Caballero Crispín son, de todos los episodios y
situaciones, las más memorables de la serie. A medida que avanza el desarrollo
argumental se irá convirtiendo en un verdadero "donjuán" con las
muchachitas y damiselas de su edad, adquiriendo progresivamente un mayor
protagonismo y llegando a correr aventuras por su propia cuenta, especialmente
en EL CAPITÁN TRUENO EXTRA. Estas aventuras, en las que Crispín es protagonista
principal, le aproximarán a su sueño incumplido: ser armado en el futuro, algún
día, caballero.
Sigrid: Todo caballero ha
de tener una dama y Trueno no iba a ser menos. Sólo que, en este caso, además
de ser frecuentemente raptada, es algo más. Sigrid, rubia de belleza nórdica,
Reina de la Isla
de Thule, no es la típica dama que pacientemente aguarda en el balcón de su
palacio o castillo el retorno de su amado (aunque, en determinadas ocasiones,
le ocurra esto mismo), sino que, por el contrario, acompaña en diversas
aventuras al trío protagonista, convirtiéndose éste en cuarteto y salvando -en
más de una ocasión y mediante su acertada intervención- la vida de los héroes
(algo que era inconcebible en los años en los que nació el Capitán Trueno). La Reina de Thule permaneció
como la eterna novia del Capitán Trueno ya que mantenía su amor y fidelidad sin
haber llegado a casarse.
El
Jabato es una famosa serie de historietas creada por Víctor Mora (guión) (en
este caso bajo el seudónimo de R. Martín) y Francisco Darnís (dibujo) para la
editorial Bruguera en 1958.
Original
(1958-66)
El
primer cuadernillo apaisado (titulado «Esclavos de Roma») se publicó el 20 de
octubre de 1958 y se regaló con el número 107 de El Capitán Trueno. La
colección original salió íntegramente en blanco y negro, y permaneció en los kioscos
hasta 1966, alcanzado un total de 381 episodios, además de 4 almanaques y
diversos especiales de vacaciones.
Inicialmente,
el guionista Víctor Mora no estaba muy conforme con que la serie se llamase El
Jabato, pues este nombre (impuesto por editorial Bruguera), en un principio no
le sonaba nada bien. Con el tiempo (y visto el éxito de la cabecera), acabaría
por aceptarlo.
Víctor
Mora afirma haber situado esta historieta 73 años antes de Jesucristo (pese a
que sea cristiano), tras la muerte de Espartaco. No está demasiado clara, de
todos modos, la época exacta en la que vive El Jabato, dado que en algún
episodio se cita a Nerón, en otro a Trajano, e incluso hay alguno donde se
nombra a un ficticio emperador Sulla, mientras que en aventuras más recientes
se trata de Tito.
Argumento
Los
romanos consideran a El Jabato y sus amigos como proscritos muy peligrosos, y
hacen todo lo posible por capturarlos cada vez que estos se aventuran a
acercarse a los vastos territorios del Imperio Romano. Como es lógico, ellos no
dudarán en aprovechar la mayoría de las oportunidades de que disponen para
luchar al lado de los pueblos oprimidos, tanto por Roma como por otros tiranos
(a cada cual más exótico). Obligados a vivir en el exilio, en muy raras
ocasiones los protagonistas vuelven a su Iberia natal, donde solo pueden
comportarse como guerrilleros. Armonía Rodríguez (esposa del guionista),
recordó que Mora solía dejar a Jabato en situaciones terribles sin saber cómo
lo sacaría la siguiente semana. "Ya me apañaré" decía.
Protagonistas
Contrariamente
al esquema seguido por Víctor Mora en otros personajes, comenzó con tan sólo
dos héroes, ambos íberos que combatían los excesos de los emperadores romanos.
El
primero de ellos, Jabato, es un pacífico campesino que, esclavizado por Roma y
convertido a la fuerza en gladiador, pronto lidera una rebelión de gladiadores
y consigue escapar del circo, para dedicarse luego a recorrer el mundo como un
justiciero errante. Su indumentaria habitual se compone de faldellín
(generalmente rojo en la versión coloreada), que deja al descubierto sus
piernas protegidas por sendas grebas metálicas, y sandalias de cuero en los
pies, así como una reluciente coraza de escamas («lorica squamata», que en los
primeros cuadernos habría arrebatado a un general cartaginés en la ciudad de
Zaal).
El
segundo, Taurus, es un gigante barbudo y comilón, leñador de profesión y mejor
amigo de El Jabato ya incluso antes de la invasión romana, por lo que desde el
principio se convierte en su inseparable compañero de aventuras alrededor del
mundo. Su indumentaria habitual está elaborada a base de pieles de algún animal
(al más puro estilo de muchos pueblos bárbaros). Otra de sus características
mas resaltables es su peculiar y retorcido bigote de estilo «daliniano». Por su
aspecto y constitución física, casi podría decirse de él que se trata del
típico forzudo de circo.
También
en los primeros cuadernos se produciría el encuentro con la dama del grupo:
Claudia, una joven patricia romana, hija de un senador, que había abrazado el cristianismo.
Claudia, siguiendo la personalidad marcada por el personaje de Sigrid en El
Capitán Trueno, rompió moldes, ya que nunca se casó con Jabato y nunca se
limitó a esperar al héroe desde el exilio.
Bastante
después se incluiría el personaje quizás más recordado por todos los lectores
de la serie: Fideo de Mileto (no aparecerá hasta el cuadernillo nº 112) , un
escuálido «poetastro» griego que continuamente martiriza a Taurus con su
estrofas de 400, 500, 600 ó 1.000 versos, con las que narra las victorias de
sus amigos. Siempre acompañado de su querida lira (de la cual ha intentado
deshacerse Taurus más de una vez), lucha dando golpes «musicales» a sus
enemigos.
Fuente: páginas de web diferentes.