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miércoles, 16 de julio de 2014

Mundo Insólito

Mamíferos extraños

TORTUGA CABEZONA
 Trabajo realizado por, José María redondo García

          La característica más distintiva de la bien llamada tortuga cabezona (Platysternon megacephalum) es su enorme cabeza triangular que es muy grande en proporción con el resto del cuerpo, siendo incapaz de esconderla en el interior de su caparazón para protegerse. En cambio, la parte superior y los lados de la cabeza están cubiertos con un gran techo huesudo que actúa como armadura y a diferencia de la mayoría de las tortugas, el cráneo es de hueso sólido. La mandíbula superior es en forma de gancho y los bordes de las mismas están revestidos con otra cubierta córnea dura, dejando sólo una estrecha franja de piel sin protección en las mejillas, los ojos y los bordes de su boca. 





          Además de la cabeza de gran tamaño, esta tortuga de forma irregular puede ser reconocida por su excepcional larga cola delgada y en particular por el caparazón aplanado que es algo rectangular, siendo cuadrado en la parte delantera y más redondeado en la parte posterior. Mientras que la cubierta superior (caparazón) es de color amarillo a marrón que en ocasiones puede tener un patrón más oscuro, la cubierta inferior (plastrón) es generalmente de color amarillo, aunque esto varía entre las cinco subespecies. Las patas están cubiertas por grandes escamas así como su larga cola delgada y muscular que a menudo utiliza como un miembro adicional para soportar el peso. Su caparazón puede medir hasta 20 cm. La dieta es casi exclusivamente carnívora, con mandíbulas fuertes y huesudas que le permiten alimentarse de crustáceos y moluscos que constituyen una gran parte de su dieta. Se encuentra en el centro de China, el norte de Vietnam, la República Democrática Popular de Lao y de Tailandia del norte hasta el sur de Myanmar. La tortuga cabezona está clasificada como En Peligro (EN) en la Lista Roja de la UICN y figura en el Apéndice II de CITES. Se reconocen actualmente cinco subespecies.

 

2 comentarios:

Cristina Davó Rubí dijo...

Curioso. Cómo la naturaleza compensa los atributos para no dejar indefensos a sus seres. Es mona esta tortuga cabezona.

Anónimo dijo...

Cabezona pero bonica.
Mª Ángeles.